Pinchar en las fotos para verlas en alta resolución. En primer lugar debo decir que nunca me atrajo Marruecos, estando tan cerca me pareció estar muy lejos de ella en cuanto a atracción, afinidad y sobre todo ganas de pisar un continente nuevo para mi pero viejo como él solo, pues en teoría el ser humano que conocemos como tal proviene de ahí. Pero el tiempo pasa y ciertos acontecimientos te estimulan para hacer o conocer algo. Concretamente el verano pasado vendí en el hotel vendí varias excursiones a Marruecos y para venderlas hay que tener una información básica de los lugares, actividades, etc.; de los que constan los paquetes. Entre las fotos de los clientes y los precios me propuse ir unos días. Sería el principio de varios viajes a tan vecino país. Lo único que como siempre sucede, ir por libre y sólo requiere un poco más de preparación y planificación. Asi que me pillé un par de guías y con la ayuda de un foro especializado en viajes comencé con este proyecto a largo plazo. La primera de estas escapadas la completé la semana pasada. No reservé ningún hotel, pues con el mal tiempo tenía el riesgo de perder el ferry que une Tarifa con Tánger. El precio del billete de ida/vuelta es de 52€ con la compañía FRS pero el pasado Jueves 3 de Octubre y tras un viaje en el coche de mi mujer al puerto de Algeciras donde finalmente el ferry no salió (mi idea era dejar aparcado en una calle secundaria el coche para recogerlo a la vuelta) me tuve que volver cabizbajo a casa. Eso ya me costó un día por el tiempo y 30€ de combustible. Cambié la fecha del billete (Jueves 10 ida, Domingo 13 vuelta) para finalmente poder embarcar. Día 1º (10 de Noviembre de 2011) Tras un rápido control de pasaportes en la aduana nos disponemos a entrar a la nave: Una vez dentro, comencé a disfrutar del corto trayecto (1 hora), seleccionando con mi teléfono una emisora marroquí para escuchar música y tomando unas Pringles mientras contemplo nuestro alrededor. Al principio puede parecer fácil, pero es lo típico que me sucede siempre. Llego de los primeros a la embarcación pero sin embargo no logro hacerme con un asiento que me satisfaga. El que escojo originalmente lo abandono por acompañarme una señora mayor que olía mal y cuando me voy a otro lugar encuentro un matrimonio con un bebé que me presiona, se levanta y sienta cada vez más cerca mía... definitivamente estoy hecho para estar solo...; hago algunas fotos para que veáis el ambiente que alli se respira: Durante el viaje nos cruzamos con varios barcos químicos que de lo grande que son de cerca parecen estar prácticamente parados al lado nuestra: A lo lejos podemos verlas costas marroquís y a la derecha el Cabo Espartel: Y poco a poco vemos Tánger acercarse... Nada más llegar al puerto de Tánger, puedo ver el primer cartel en árabe, que anuncia la salida de la terminal: Nada más salir del puerto nos encontramos prácticamente en el centro, con visión directa y a "huevo" para conocer la Medina (ciudad antigua) y la Kasbah (ciudad fortificada): Me dirijo al centro de Tánger, donde aprovecho para cambiar algo de dinero y recibir mis primeros dirhams. Recomiendo tirar de casas de cambio y nunca en el puerto. Encontré el cambio en ese momento a 11,12. Dinero en mano, y aprovechando que estoy en Rue Allal Ben Abdellah, me siento en una terracita a desayunar. Concretamente un crepe de Nutella que estaba de muerte y un zumo de naranja. El precio: 28 dirhams (unos 2,54€): Mi intención es coger el próximo autobús para llegar a Chefchaouen, con lo que me voy a pie a la estación de autobuses situada en la avenida Avenue Louis Van Beethoven, a una media hora a pie, por el camino puedo hacer alguno foto de detalles cotidianos, ya que todo me llama la atención al ser nuevo para mi, desde los coches hasta las indicaciones de tráfico: En cuanto llego a la estación de autobuses me quedo un poco bloqueado por la cantidad de gente chillando e intentando venderte billetes de última hora a múltiples destinos. Es con la CTM con quien compro mi billete para Chefchaouen por 45 dirham (unos 4€), que sale en media hora. Asi que perfecto todo. Una vez me montó en el autobús, consigo acomodarme junto a la ventana y ya en marcha hago uso de mi objetivo 70-300mm para que no se me escape nada de lo que me voy dejando atrás, como por ejemplo este taxista con el típico Merdedes W123 dándole cambio a unos clientes: El camino es de unos 110 kms. con breve parada en Tetuán. Me da tiempo a acomodarme junto a la ventanilla y hacer fotos de la ciudad de Tánger, que no la veremos más hasta el día siguiente cuando vuelva: Minutos después podemos ver que las casas de la periferia son de estética menos agraciada, parecen muchas de ellas que están incluso a medio hacer. Como curiosidad, estas edificaciones que están a medio construir es algo planificado, una pareja construye la planta baja, esta pareja tiene... pongamos por ejemplo 3 hijos. Cuando el hijo mayor se casa, se construye otra planta donde vivirá él y su mujer, cuando el siguiente hijo se case, se construye otra, y así sucesivamente (gracias al forero Mandy por la información): Cantidad de obra nueva a las afueras de la ciudad: Vamos por el buen camino! Carteles de señalización en una glorieta en la carretera N2: Al ser mi primer día en Marruecos, todo me resulta curioso, como este trabajador del campo con en plena faena: Control de policía a mitad justo de camino entre Tanger y Tetouan: A medida que avanzamos el paisaje se va haciendo más y más bonito: Más carteles de carreteras, a la entrada a Tetouan: ... y más controles policiales... Tetouan, con algo más de 300.000 habitantes y es la ciudad de Marruecos con más rasgos andalusíes: Precioso Tetouan, que si no nos dicen que estamos en Marruecos pasaría perfectamente por cualquier pueblo blanco de Málaga o Cádiz: Avenida Hassan II, llegando a la estación de autobuses: Estación de autobuses, en pleno centro: Una mujer se baja del autobús bajo la atenta mirada de algunos de sus ocupantes: Parada de taxis en Tetouan, suele haber como mínimo esta concentración de coches, como no todos ellos Mercedes antiguos: Tienda de ultramarinos de vuelta en la carretera N2: El color del otoño se hace presente en cualquier foto: Después de casi tres horas de autobús vemos a lo lejos el pueblo de Chefchaouen, motivo principal de este viaje: En el autobús de ida a Chefchaouen pude hacer amistad y entablar una interesante conversación con una chica de Chicago, que también viajaba por libre. Según me contó iba a pasar un mes en Marruecos y me dio algunos consejos ya que conocía el país de viajes anteriores. Ella llevaba reserva de hotel para la primera noche; en cuanto llegamos me despedí de ella ya que su hotel estaba en las afueras del pueblo y preferí continuar la marcha hasta el centro. Lo típico de cada vez que llego a un sitio nuevo en Marruecos, que se me acerca alguno que otro ofreciéndome su amistad... y porrillos! tras declinar su oferta como siempre, consigo llegar al centro después de subir una empinada calle (el que conozca Chefchaouen sabe a cual me refiero) y comenzar a buscar hotel. Finalmente echo el ancla en un hotel situado en la avenida Moulay Abdelsalam, y de cuyo nombre no logro acordarme en estos momentos. De precio genial, 150 dh (algo menos de 15€ al cambio) y mucha simpatía del recepcionista. Tras hacerme la ficha del registro y pagar la estancia, me dan la llave, una toalla y un rollo de papel higiénico: Otra de las cosas que me llamaron poderosamente la atención fue el hecho de que el recepcionista me avisara de que en el armario tenía las zapatillas, no le hice mucho caso pero al llegar a la habitación me fijé y el amigo llevaba razón. Unas chancletas de cuero a medio usar aguardaban en el armario. Preferí no usarlas de momento. Debo admitir que mi habitación era mucho mejor de lo que me imaginaba en un principio, ya que me esperaba cualquier cosa. Al ser la última planta, una 5º sin ascensor, las vistas eran muy buenas. Tenía el dormitorio, un pequeño baño, un saloncito y una buena terraza por donde entraba un sol que era de agradecer en esta época del año: Mi colorido baño, no está mal para ser Marruecos. Por cierto, podéis ver la ducha y el cubo? Vistas desde mi terraza. La verdad, no me puedo quejar: Después de acomodarme en mi estancia, soltar parte de mi reducido equipaje y orientarme un poco, decido salir a conocer mejor el pueblo y a hacer fotos, que es al fin y al cabo a lo que hemos venido. Son las 17:30 y empezamos por el oeste, concretamente visitando esta antigua iglesia española, que hoy día es en una parte de ella una guardería. Pequeños negocios alrededor de la plaza Mohammed V: Av.Jamlddin Alafghani, donde podemos ver el Motel Boston con algunos taxis en su puerta... Mosqué Hassan 2: Tribunal de primera instancia: Plaza Mohamed.V, que por desgracia se encontraba de obras y estaba en gran parte tapada. Compro en un quiosko un par de paquetes de patatas fritas al ridículo precio al cambio de 10 céntimos en total... |
viernes, 7 de diciembre de 2012
Marruecos (parte 1)
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