Por cuestiones de trabajo, tuve que realizar un viaje con Easyjet. Ha sido mi primera vez y os contaré mi experiencia.
Para comprar el billete de avión lo más fácil es a través de su página web. En mi caso, el billete lo compró la agencia de viajes de mi empresa, por lo que no tuve que lidiar con la página web demasiado pero lo suficiente para curiosear y comprobar que era bastante fácil y directo su manejo.
Lo primero que investigué antes del viaje, al ser una compañía áerea nueva para mi, fue el tema del equipaje. Descubrí que sólo se podía llevar un equipaje de mano en la cabina, y su tamaño no podía ser mayor de 55x40x20 cm. Según especifica Easyjet:
Excepto donde los límites establecidos localmente sean más restrictivos, los pasajeros pueden llevar un bulto de equipaje de mano de un volumen máximo de 55x40x20cm (incluyendo ruedas y bolsillos) (“Equipaje de mano estándar”). Deberá caber sin forzarse en los espacios proporcionados en las puertas de embarque o en facturación. No se aplican restricciones de peso dentro de unos límites razonables, es decir, un pasajero debe poder colocar el bulto de equipaje de forma segura y sin ayuda en los compartimentos de la parte superior.
Además de la “pieza estándar de equipaje de mano” también podrá transportar:
a. uno de los siguientes: un abrigo, un paraguas o un chal; y
b. una bolsa de plástico de tamaño estándar con productos comprados en el aeropuerto de salida.
Si excede los límites descritos más arriba, necesitará facturar la(s) bolsa(s) de tamaño superior y/o adicional(es) en el mostrador de facturación o en la puerta de embarque. Deberá abonar una tarifa de equipaje que se le comunicará oportunamente. El pago podrá realizarse únicamente mediante tarjeta de crédito o débito.
En caso de que no abone el recargo aplicable a la(s) bolsa(s) de tamaño superior y/o adicional(es), nos reservamos el derecho de no permitirle viajar sin que esto nos exija ninguna responsabilidad legal con relación a usted.
En mi caso, mi maleta de mano superaba en unos 2 cm una de las dimensiones especificadas. No quise arriesgarme y ya fui con la idea de que iba a facturar esta maleta, por lo que decidí añadir a mi equipaje una mochila en donde llevaría mis objetos personales e importantes entre los que se incluía mi portátil.
De esta manera fui al aeropuerto (T1 de Barajas), por un lado con rabia por haberme comprado una maleta de mano que superaba por poco las dimensiones máximas especificadas por Easyjet y por otro lado con un par de candaditos con los que alejar de personas ajenas el contenido de éste.
Cuando llegué al mostrador de facturación, lo primero que hice fue comprobar el tamaño de maleta en las estructuras tubulares que hay al lado de cada mostrador. Sorprendentemente mi maleta entró y salió del cubículo de comprobación sin problemas. Se me quedó cara de tonto. Podía haber llevado mi maleta de mano tranquilamente y nada más. Después de estar un rato en la cola, me fijé que de todos los que iban delante mío a ninguno le habían hecho medir su equipaje de mano. Llegó mi turno con la azafata del mostrador y dije que quería facturar la maleta. Le comenté que mi maleta de mano entraba dentro de las dimensiones máximas y ella me dijo que podía intentar meter la mochila en la maleta, así no tendría que facturarla. Salí fuera de la cola y lo probé, pero era demasiado grande la mochila y no cabía con todo lo que llevaba dentro.
Volví a la cola y cuando llegó de nuevo mi turno le comenté que facturaría la maleta de todas maneras. El hecho de facturarla tenía un sobre precio de 22 euros. Esto es, si comprabas un billete sin la opción de facturar maletas luego tendrías que pagar 22 euros por trayecto en caso de que finalmente facturaras una maleta. Si comprabas un billete especificando que ibas a facturar equipaje, únicamente tienes un sobreprecio de 11 euros por trayecto. Es decir, la mitad. En mi caso, la agencia de viajes de mi empresa había comprado el billete sin la opción de facturar maletas, por lo que me tocaba pagar. La molestia de pagar es que tienes que salir de la cola, ir a la oficina de atención de Easyjet, hacer otra cola, pagar allí, y volver con el recibo al mostrador de facturación que te había atendido previamente. Lo único bueno es que no tenías que volver a hacer cola, sólo echarle un poco de morro y acercarte al mostrador para darle el recibo a la persona que te atendió y marcharte con el billete que ella te dé.
Lo bueno del equipaje de mano de Easyjet es que no tiene límite de peso, siempre y cuando entre dentro de las dimensiones máximas.
La azafata que me atendió en el mostrador me comentó que al llegar a la puerta de embarque las azafatas que hay ahí también te pueden comprobar el tamaño de tu maleta de mano, en el caso de que sea mayor, o no te dejan viajar o te envían tu maleta a la bodega del avión.
Cuando llegué la hora de embarcar, fui hacia la puerta de embarque. Allí vi que había personas con maletas de mano más grandes que la mía, incluso había mujeres con bolso y maleta de mano, cosa que no permite Easyjet, ya que en ese caso, habría que meter el bolso dentro del equipaje de mano.
Comenzamos a embarcar al avión y no veía a las azafatas comprobar ninguno de las maletas de mano. Hasta pude ver una persona con un bolsa como de deporte que sobrepasaba sobradamente en largo la dimensión máxima y pasó como si nada. Se me quedó cara de tonto, yo con mi mochila a la espalda con miedo a Easyjet.
Se me olvidó decir que para embarcar al avión existen preferencias. Primero entran los que han pagado 8 euros por tener el sello de Speed Boarding, luego los del grupo A (los que hicieron el check-in por internet y los 30 primeros que hicieron el check-in en el aeropuerto) y finalmente los del grupo B (los demás entre los que me incluía)
En Easyjet no te asignan un asiento así que a la hora de sentarte es una especie de tonto el último o como un cine sin numerar. Yo pude coger un asiento en el pasillo que es el que me gusta para poder estirar mis piernas.
El avión en el que volé a Luton (mi destino en UK) fue un Airbus A319. Por dentro estaba bastante nuevo y limpio. Destacaban los colores naranjas en varias partes del avión.
El vuelo fue muy tranquilo. Las locuciones de piloto y enseñanzas de seguridad fueron en inglés y en español. No hay ningún tipo de comida incluida en el precio, por lo que tienes que mirar en una especie de menú lo que quieras y luego comentarselo a las azafatas cuando pasen a tu lado con el carrito de las comidas. Después de la hora de la comida, las azafatas vuelven a pasar con bolsas de plástico en donde los pasajeros echan la basura generada por sus consumiciones. Todos los productos se pueden pagar tanto en libras esterlinas como en euros.
Un dato que me gustaría destacar positivamente es el espacio libre para las piernas con respecto al asiento delantero. Suelo tenerle miedo a las compañías lowcost en este aspecto porque al tener las piernas largas, un viaje de varias horas con poco espacio para las piernas puede resultar penoso. Pero Easyjet me ha sorprendido en este caso ya que el espacio libre era tanto o más que el que suelo tener con Iberia en los viajes transoceánicos.
El vuelo de Madrid a Luton fue de unas 2 horas más o menos de duración. Cuando faltan unos 30 minutos para llegar, el piloto habla por la megafonía y comenta el tiempo en el destino así como el tiempo que queda para aterrizar.
El viaje de vuelta fue parecido. El aeropuerto de Luton es la central de operaciones de Easyjet, así que supongo que cualquier problema con el vuelo, es donde supongo que se resolverán los inconvenientes de una manera más adecuada y rápida.
El check-in en Luton fue muy similar al de Barajas. De la misma manera que en Madrid, se abre el check-in 2 horas antes de la salida del vuelo y se cierra 40 minutos también antes de la salida del vuelo.
Tuve que volver a pagar en la oficina de atención al cliente de Easyjet la facturación de mi maleta, pero esta vez pagué 16 libras esterlinas, que es menos de 22 euros. Por ese lado salí ganando.
A la hora de embarcar, tampoco hubo problemas para nadie con las dimensiones de las maletas de mano. Ni miraron ni midieron ni nada.
El viaje de regreso a Madrid fue un viaje también sin problemas. Misma duración de vuelo.
En ambos casos (Luton y Madrid) las maletas facturadas salieron muy deprisa por las cintas transportadoras.
Después de este primer viaje, creo que volveré a viajar con Easyjet. He quedado muy contento. Pero esa vez llevaré sólo una maleta de mano sin miedo a pasarme de dimensión porque está comprobado que ni lo miran.
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